viernes, 11 de noviembre de 2011

Más de 50 asesinatos en el pueblo indígena de Huaorani

Ayer entre 50 y 60 personas de la tribu de los Tagaeri fueron decapitadas en Lorocachi (Pastaza, Ecuador) pertenecientes al pueblo indígena de Huaroani. Según Kiromo Boya, dirigente de la Onhae (Organización de la Nacionalidad Huaorani de la Amazonía Ecuatoriana), los responsables de los asesinatos son miembros de otra tribu Huaorani, llamados Tigüino. Sería la primera vez que se dan este tipo de enfrentamientos entre miembros de la misma nacionalidad y del mismo tronco antropológico.Hoy se tiene previsto realizar una inspección por parte del gobernador de ecuador, Antonio Ramírez Serrano, el fiscal Gabriel Moratini y el jefe de Policia de Pastaza.en la zona de Pastaza para detetminar el número de indígenas muertos.

Imagen extraída de la página web http://redaccion.lamula.pe/2011/08/19/el-misterio-de-los-no-contactados/esteban2500

La noticia fue difundida por el presidente de la Onhae, Armando Boya, quien responsabiliza de los acontecimientos a las empresas madereras del sector, que estarían interesadas en ampliar su área de tala forestal en la reserva de los Tagaeri.

Luchando por su tierra

Los huaorani se hicieron conocidos por el asesinato ritual de un obispo español y una monja colombiana en 1987. Tras esta imagen de crueldad, se esconde un pueblo que lucha para que los intereses petroleros no les arrebaten su forma de vida.

Señalizado en verde Oscuro, el Parque Nacional Yasuní (Ecuador). Extraído de la página web http://tropicalfrogs.net/yasuni/mapas/mapayas.htm

En 1989 la UNESCO declaró al parque Parque Nacional de Yasuní (donde acontecieron los asesinatos) como Bio-reserva y Herencia Cultural debido a su excepcional diversidad y la presencia de los pueblos Taromenane y Tagaeri. Según la AMWAE, “este suceso se debe al terrible impacto de las fábricas y de la explotación del hombre blanco en los territorios del pueblo huoarani" y añade que "si no se para, vendrán más muertes”.


Vídeo subido por Agencia EFE, 2008


miércoles, 22 de septiembre de 2010

La fantasía es, y será siempre, el refugio de los soñadores






Hace algún tiempo salió a la venta la primera obra de Patrick Rothfuss, perteneciente a la saga de "La Crónica del Asesino de Reyes", llamada El nombre del viento. El autor, profesor estadounidense de filología inglesa, tardó nada más y nada menos que siete años en escribir la saga completa, más el tiempo que tardó en revisarla y mejorarla.



En esta primera obra, completamente fantástica, encontramos la historia del joven Kvothe, que después de perder a sus padres, se abre camino a pesar de las adversidades.



"He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí."



Con estas palabras se presenta el protagonista, inundando al lector de una profunda curiosidad e intriga.



Y aunque parezca que todas las historias de fantasía épica no tengas ya nada nuevo que ofrecer, esta sin duda es una gran obra con multitud de temas, desde venganza, pasando por acción e intriga, hasta llegar a la creación poética y el amor.